Habiéndola conocido casualmente hace muchos años, mi alma, desde nuestro primer encuentro, ardió con un fuego que no había conocido antes jamás; pero no era ese fuego el de Eros, y representó para mi espíritu un amargo tormento la convicción gradual de que no podría definir su insólito carácter ni regular su vaga intensidad.
Sin embargo, nos tratamos, y el destino nos unió ante el altar; jamás hablé de pasión, ni pensé en el amor.
Ella, aun así, huía de la sociedad, y dedicándose a mí,
me hizo feliz.
Asombrarse es una felicidad,
y una felicidad es soñar.
Edgar A. Poe
(morella)
1 comment:
Ni mil palabras podrian describir la mente maravillosa y misteriosa de Edgar A. Poe. Morella, uno de los cuentos mas fascinantes de dicho autor, excelente.
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