Sunday, July 27, 2008

No estaba Deprimido sino Distraido...


los mejores extractos para mi del monologo de
facundo cabral.


No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla. Distraído de la vida que te rodea: Delfines, bosques, mares, montañas, ríos. No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones.


Ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mismísimo amor. Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruyan hay millones de caricias, que alimentan la vida.


Nada se repite; por eso es hay que vivir ahora. Y la vida entera está en cada acto como todo puede nacer de un solo átomo, y la inteligencia es la que ve antes de ver; la que escucha antes de escuchar, la que sabe a dónde va lo que se está diciendo o haciendo, las grandes consecuencias de la mínima actitud, y sólo el que está presente puede comprenderlo todo. El que bebe directamente de la fuente de lo esencial, por eso sabe que todo puede suceder; por eso nada lo aflige; es más, al aprender de los errores los transforma en aciertos.



Si quieres vida, vive en Paz, si quieres muerte vive en guerra. Cuida cada palabra porque estamos estructurados en palabras. No hieras ni ofendas a nadie, porque de uno en otro puede volver a ti transformada en una bomba. San Agustín aconsejaba: "Sólo pide Justicia pero sería mejor que no pidieras nada", o dicho de otra manera, no interrumpas con tu pequeña cabeza la grandiosa tarea del Señor al que San Francisco pidió, "Haz de mí un instrumento de tu Paz; que donde haya tristeza yo lleve alegría; que donde haya oscuridad yo lleve Luz; que donde haya odio yo lleve Amor". La oración dilecta de mi madre dice: "Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado tus muchos santuarios olvidando que Estás presente en todas partes


No busques afuera lo que no tienes adentro. No puedes pedir Amor si no lo diste. No puedes pedir justicia si no fuiste justo. No puedes buscar paz afuera si no la tienes dentro.
Pero no hay apuro, tienes a la eternidad delante. Además, el trayecto suele ser más emocionante que la llegada si es que se puede llegar a alguna parte. Entonces lo sensato es recomenzar a cada instante, y sin impaciencia desaparecerá la violencia. La vida le gana a la muerte; por eso nace más gente de la que muere, y nacen más en los países pobres que en los países ricos, ocupados en fabricar armas para matar a la mayor cantidad de gente posible, tarea grosera e inútil porque la vida vence a la muerte, que al fin y al cabo es una manera de recrear.

Aceptar la realidad es salvarse de los engaños; entonces, la verdad nos hace vivir plenamente. No te engañes... entonces nadie te engañará. Sé firme como Buda, como Jesús, como Spinozza, como Einstein, como Ford... firme pero abierto al mundo; atento a las propuestas de la vida. Predica las virtudes pero no calles las verdades. Nunca te arrepentirás de haberte animado y nunca te perdonarás no haberlo hecho; además, no tienes nada que perder, porque ni una sola de tus orejas es obra tuya.


CiberPsiCosas I Distraído de la vida que te puebla: tienes corazón, cerebro, alma y espíritu; entonces, ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado, distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos...? No caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay cinco mil seiscientos millones. Además no es tan malo vivir solo; yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco algo fundamental para vivir.

No caigas en lo que cayó tu padre que se siente viejo porque tiene setenta años olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los ochenta y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los noventa, por solo citar dos casos conocidos.

No estás deprimido, estas distraído... Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible porque todo te fue dado. No hiciste un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada; además, la vida no te quita cosas, te libera de cosas; te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud; de la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones y la vida es dinámica y está en constante movimiento; por eso sólo debes estar atento al presente, por eso mi madre decía: "Yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios"; por eso Jesús decía: "El mañana no interesa, él traerá nueva experiencia, a cada día le basta con su propio afán" .


No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos; además, lo mejor de él, su amor, sigue en tu corazón, ¿quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte... hay mudanza, y del otro lado te espera gente maravillosa: Ghandi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, quien creía que en la pobreza está más cerca el Amor porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja porque nos hace desconfiados. No encuentras la felicidad y es tan fácil, sólo debes escuchar a tu corazón antes de que intervenga tu cabeza que está condicionada por la memoria y complica todo con cosas viejas, con órdenes del pasado, con perjuicios que enferman, que encadenan, la cabeza que divide, es decir empobrece, la cabeza que no acepta que la vida es como es, no como debería ser.


Haz solo lo que amas y serás feliz y el que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar porque lo que ha de ser será y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso sino por Amor, entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija, la que me mantuvo cuando los médicos me diagnosticaron tres o cuatro meses de vida. Dios te puso un ser humano a cargo y eres Tú. A ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás; recuerda a Jesús: "Amarás al prójimo como a ti mismo".


Reconcíliate contigo. Ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios, y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición, no algo que te llegará de afuera. Además, la felicidad no es un derecho sino un deber porque si no eres feliz estarás amargando a todo el barrio... Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó matar seis millones de hermanos judíos.


Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Peruggia, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros y los cigarros de Chef Davidoff, las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y la poesía de Whitman, Mahler, Brahms, Ravel, Debussy, Mozart, Chopin, Beethoven, Caravaggio, Rembrandt, Velásquez, Cezanne, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas... Y si tienes cáncer o sida pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto: "Tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas..." y si le ganas serás más humilde, más agradecido, por lo tanto fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.


No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo; ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas, además el servicio es una felicidad segura como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medidas y te darán sin medidas; ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor. Y que no te confundan unos pocos suicidas y homicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso; una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. El bien se alimenta de sí mismo; el mal se destruye a sí mismo. Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio.


No estás deprimido, estás distraído. Si escucharas al Otro, al que llevas dentro, sabrías todo, en todo encontrarías algo para ti; entonces te elevarías constantemente y ya no habría confusión sino matices y en esa serenidad no buscarías nada; entonces encontrarías todo y estando en el presente dirías y harías lo que hay que decir y hacer a cada momento natural y graciosamente, sin esfuerzo, lo que haría que tu relación con los demás fuera plena y al crecer en el Amor serías más creativo, sin límites ni condiciones. La ignorancia nos hace sentir mortales y encerrados; es decir que nos limitamos y encerramos solos. El miedo nos distrae del Amor que es sabio y valiente, porque sabe que no hay ni medidas ni fin. Busca adentro y desaparecerán las nubes de la periferia, quédate quieto y en silencio para escuchar al sabio que llevas dentro, el que tiene siglos, no años como tu cuerpo, por eso está más allá de tus caprichosas medidas, de los prejuicios que provocan el miedo, hijo de tu ignorancia; el sabio que está más allá de los efectos que crees buenos o malos, ricos o pobres, oscuridad o luz, porque está en lo esencial, es decir, en la mismísima causa, en lo invisible de donde surge todo... Y cuando escuches al sabio que llevas dentro sentirás a la lluvia buena y saludable al frío; estarás tan atento a la causa que todos los efectos serán luminosos. Ese estado de claridad adornará todos los rincones, por eso lo compartirás todo y a todos llegarás graciosamente, entonces la riqueza se multiplicará a cada paso.


David le pidió Sabiduría a Dios que le dijo, "No Pides poco porque la Sabiduría lo incluye todo". No vives entre límites sino en el mismísimo centro de lo milagroso, libre del ilusorio orden de la mente lineal, excitado por la imaginación y armonizado por la Esperanza. Eres un Espíritu que por un rato ocupa un cuerpo, un vehículo apto para este deambular por mares y montañas entre delfines y elefantes, entre ciudades y desiertos que cada tanto lo cubren todo para recomenzar el cuento, y en el medio del mundo del espíritu juega la razón que cura el cáncer, que facilita las comunicaciones, que estudia el terreno de Marte, que puso al hombre en la Luna. El pensamiento te lleva a nuevos lugares o te hace ver diferentes, más ricos, a los viejos... Y esto te cambiará tanto, que cambiará tu actitud frente al mundo al que una vez quisiste cambiar en lugar de entenderlo; y cuando cambies... tendrás incidencia en él.


Cierra los ojos y verás todo lo que será... Liberado del tiempo histórico, viajarás a la velocidad de la luz y ese viaje puede mejorar la vida de muchos porque es incalculable el poder del pensamiento que es un grandioso alquimista que puede transformar cualquier circunstancia en una fiesta; es decir cualquier metal en oro. Una vez encendida la Luz Interior nada puede apagarla, es tan perfecta e incorruptible como el oro que simboliza el poder de la pureza, de lo esencial; es decir, del Espíritu que hizo un viaje infinito y maravillo porque está ya cada instante vivido con profundidad. La Santidad es la meta prevista para todos aunque pocos se den cuenta, o se animen, a entrar en los caminos que llevan a ella. Abandonado el ego, comienzan los milagros... entonces, sin lucha, recuperarás la fuerza natural. Por eso podrás provocar vida a través del Amor, hasta caminarás sobre las aguas y curarás con la palabra. Recuerda que Jesús dijo: "Cosas más grandes verán, cosas más grandes harán".


No estás deprimido, estás distraído por tu ego que distorsiona. Lo contrario de la Inocencia que aclara, el ego confunde a las cosas con su juicio; cree que las cosas son como el piensa que son. Es más, el ego cree que las palabras son las cosas. El ego no vive, interpreta. Es una constante actuación que nunca alcanza la realidad en tanto la Inocencia trata a todos por igual... Por eso está más cerca de la felicidad, de la riqueza, de la tranquilidad. La Inocencia ve todo con asombro; por eso nos lleva de fiesta en fiesta. La Inocencia cree lo que es una bienaventuranza; la Inocencia es excitante porque ve todo por primera vez. Para ella el mundo está lleno de novedades. Para la Inocencia todo es un espejo porque en la Inocencia tomamos conciencia de que somos parte de Dios, es decir, el que se ve a sí mismo en todas las cosas... El Inocente se divierte fácilmente porque todo le llama la atención: una vaca pastando, el tronco de un viejo árbol, las mariposas negras sobre los trigales dorados, el colibrí detenido en el aire, el panadero sacando el pan del horno, la noche estrellada, la lluvia del invierno, los leños ardiendo en el hogar, los papeles de Matisse, las caravanas de las hormigas y las de lo beduinos, el sermón del domingo en la mañana y el fútbol del domingo en la tarde... El ego le pone nombre a las cosas pero el inocente las ve; el ego las juzga, el inocente las vive; el ego divide, la inocencia armoniza diferencias; el ego depende de la mente, el inocente del corazón; el ego es viejo porque depende de la memoria pero el inocente está naciendo a cada instante... El ego nos agota porque siempre lucha, el inocente flota graciosamente porque siempre se entrega. El ego se aburre porque no puede dejar de buscar. El inocente va de asombro en asombro porque siempre encuentra y puede quedarse por la eternidad gozando el mismo caballo o la misma flor, o la misma estrella, porque el inocente está tan entregado a la vida que cambia como ella constantemente. Por eso lo mismo nunca es lo mismo; por eso la Inocencia es fresca para siempre.


Ahora que estás solo y tranquilo, olvida lo que eres, porque eso es creación de los demás y escucha a tu corazón... ¿Qué quieres ser? ¿Qué quieres hacer ahora? Porque la vida es ahora mismo... Olvida lo que crees que eres y comienza de cero ahora mismo; entonces convivirás con todos fácilmente. Es tan grato vivir sin divisiones: bueno/ malo, rico/ pobre, negro/ blanco, amigo/ enemigo, compatriota/ extranjero... Es tanta la liviandad cuando no hay enemigos que podemos volar en cualquier momento, porque la alegría tiene la simpatía de la magia. No perdiste la Inocencia, sólo la ocultas por miedo a la burla de los que solo pueden catalogar porque la perdieron... Déjala salir y recomenzarán los juegos de tus primeros años pero enriquecidos por la inteligencia. Libérate de los preconceptos de la memoria y mira todo como por primera vez, entonces te salvaras del aburrimiento que ensombrece a los que creen saberlo todo y no confundas a la actividad con la vida... Ahí está el sol, exactamente ahí para que lo veas... Ahí está el árbol como hace muchos años para que te des cuenta que es una maravilla. Libérate de la imagen que te ayudaron a formar los demás y volverás a la Inocencia que es nuestro estado natural. entonces estarás contento con las arrugas que confirman todo lo que viviste. Es más, sólo en la Inocencia sentirás que eres parte de todo lo que te rodea, es decir, que sólo en la Inocencia puedes ver a Dios.


No estás deprimido, estas distraído de la buena información, inevitable para una buena vida. Salomón o Borges en lugar del periódico; Mahler o Bach en lugar del televisor; amistades inteligentes y positivas en lugar de perdedores por indolencia e ignorantes desdichados por su propia decisión... De este modo recibirás la mejor energía, la esencial, porque el crecimiento es natural de la vida, el movimiento constante es su causa, y para estar listos para los cambios debemos estar libres y atentos con las herramientas listas para ejecutar cuando las energías pasen por nosotros. De lo contrario, se esfumarán como el humo que sale de las chimeneas. Por eso es conveniente estar cerca de los que son buenos receptores, los despiertos... los curiosos como Bertrand Russell, Schopenhauer, Ashbery, Grasbury, Eco, Paz, Kristnamurti, Osho, por hablar de los más cercanos. El secreto de Einstein era seguir a las cabezas más altas que la suya, como el secreto de Cambert fue meterse en todos los rincones de la historia. Sólo la inteligencia puede detectar cómo se entrelazan las cosas de la vida, solo la inteligencia puede conectarnos con el Universo hasta comprender que somos parte de él, por lo tanto tenemos su misma energía.


Nada se repite; por eso es hay que vivir ahora. Y la vida entera está en cada acto como todo puede nacer de un solo átomo, y la inteligencia es la que ve antes de ver; la que escucha antes de escuchar, la que sabe a dónde va lo que se está diciendo o haciendo, las grandes consecuencias de la mínima actitud, y sólo el que está presente puede comprenderlo todo. El que bebe directamente de la fuente de lo esencial, por eso sabe que todo puede suceder; por eso nada lo aflige; es más, al aprender de los errores los transforma en aciertos.


Nadie tiene derecho a la ignorancia; por eso lo pagará caro y lamentablemente ensombrecerá el camino de todos. Por lo tanto, la Ignorancia es una manera inconsciente del mal, como el ideólogo que al separar puede llegar a provocar una guerra. Pero el sabio sabe que la tarea es hacerse cargo de uno mismo y armonizar diferencias porque separar, además de empobrecer, es un suicidio. Por esa razón hay muertes hasta en las canchas de fútbol. El sabio no separa porque todo es parte del todo; sólo está atento para ver las conexiones... Alguna vez canté que se mueve alguna estrella cuando arranco una flor... El sabio está en el río que une todo, en la energía que lo entreteje todo. El sabio sabe que es un sueño más de Dios hecho realidad, salvo que lo que llamamos realidad sea otra manera del sueño... Donde el ignorante ve dos cosas el sabio ve una, y esa una es la verdad. El sabio se ve en lo que ve; es iluminado e ilumina; es consciente de que él también es Luz, es decir, el estado más elevado del Ser. Lo que llamamos muerte es el estado más sutil de la Luz. Si quieres vida, vive en Paz, si quieres muerte vive en guerra. Cuida cada palabra porque estamos estructurados en palabras. No hieras ni ofendas a nadie, porque de uno en otro puede volver a ti transformada en una bomba. San Agustín aconsejaba: "Sólo pide Justicia pero sería mejor que no pidieras nada", o dicho de otra manera, no interrumpas con tu pequeña cabeza la grandiosa tarea del Señor al que San Francisco pidió, "Haz de mí un instrumento de tu Paz; que donde haya tristeza yo lleve alegría; que donde haya oscuridad yo lleve Luz; que donde haya odio yo lleve Amor". La oración dilecta de mi madre dice: "Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado tus muchos santuarios olvidando que Estás presente en todas partes. En segundo lugar, te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda olvidando que mi bienestar te preocupa más a Ti que a mí; y por último te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados me son perdonados antes de que los cometa; tanta es tu Misericordia, amado Señor".


No te agotes compitiendo. Dios sabe lo que es para ti y el dato está en tu corazón. Entonces, haz lo que amas; no hay otra manera de vivir. El mismo Amor que me trajo, te trajo. Por eso es un error decir que hacemos el Amor. El Amor nos hizo y nos modela día a día y esto depende de lo blandos, de lo abiertos que estemos. Y por ser obra del Amor, el ser humano es maravilloso... A él le debemos el pan, el queso, el vino, la música, la pintura, los aviones y las computadoras, entre tantas cosas. Y si el hombre es lo que Ama, somos todo lo que fue, lo que nos hizo posible, desde Buda hasta Rembrandt, desde Mozart a Picasso, desde Copérnico hasta Freud. Somos el viento que refresca y la lluvia que renueva, somos la nieve del invierno y las flores de la primavera, somos la luna, el sol, somos otro fruto de Dios.


Yo soy un recién nacido, pero por la experiencia que guardó mi memoria ya no quiero herir a nadie, porque sé que la agresión trae enfermedad, es decir, complica mas las cosas. Somos parte de la misma cosa, por lo tanto, si te hago mal me hago mal.


Antes me movía la razón que es objetiva, ahora el Amor que es la razón del Universo. pero no perdí el fuego. Es más, ahora tiene mayor calidad porque antes quemaba y ahora ilumina; es decir, que pasé de destructor a constructor. Al pobre le hablo de Esperanza y al rico de Conversión. La Esperanza salvará al pobre y la Conversión purificará al rico. La Esperanza del lado del pobre y la Conversión del lado del rico, acercarán a nuestros hermanos, y yo vine a trabajar para ese encuentro. Y cuando todos se junten no habrán cerraduras en las puertas, ni habrá fronteras, entonces todos compartirán todo; por lo tanto, reinará el buen humor: Clinton y Castro jugarán tenis en Cancún, y Hussein llevará sus hijos a Disneyworld.


No estás deprimido, estas distraído de la Paz. Por eso te pregunto, ¿cuándo vas a dejar de pelear para comenzar a vivir, porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez? Me preguntas cuándo volverá Jesús y te digo que nunca se fue. Que siempre estuvo en tu corazón; sólo tienes que callar a la cabeza y escucharlo. Nadie se hace la gran pregunta: ¿Quién soy? Todos siguen cumpliendo un papel generalmente decidido por los demás, como el éxito y el fracaso. Todos son lo que se ve, sus cuerpos o sus logros materiales, y las cosas materiales son tan importantes que los amores que comienzan en los parques terminan en los tribunales. Todos ejercen la mendicidad de alguna manera, olvidando o no enterándose jamás. Olvidando que son príncipes, partes de un Universo extraordinario al que olvidan por pequeñeces locales, parroquiales, a veces sólo familiares. Reconozco muchas caras y reconozco algunos nombres pero pocos individuos que sepan quienes son. Me preguntas dónde puedes encontrarme y te digo, "En cualquier parte porque soy parte del Universo".


El nombre y el oficio son distracciones, cárceles, limitaciones; un camino que nos marcan y que seguimos ciegamente tan ocupados que jamás nos detenemos a pensar quiénes somos, y el Espíritu, que es lo que somos, no acepta condiciones. Por eso no hay que confundir lo material con la realidad; por lo tanto no hay fronteras aunque la mayoría las necesite por miedo al infinito. Por eso se inventaron instituciones como el matrimonio, el nacionalismo, los ideales, la patria... estacas a las que se ata para no tener que vivir la totalidad. La casa de uno es uno; por eso yo estoy bien en todas partes y de mi casa entran y de mi casa salen pensamientos y sucesos constantemente. Y si mi casa soy yo, que soy parte de todo, mi casa es este mar y esa playa, esos delfines y este hotel, esta silla y aquel velero que deja una estela blanca sobre el turquesa que inventa la luz, que también es mi casa como las sombras que pueblan los laberintos de las mentes de los locos que también son mi casa como la música de Mahler, la pintura de Cezanne, los cigarros de Cheff Davidoff y el rock'n roll.


No puedes remover a tu cuerpo porque está demasiado cargado de pasado. Olvida hasta tu nombre y comienza de nuevo en este momento, e inmediatamente sentirás que vives en un mundo maravilloso. Cuando sientes que no eres lo que piensas, puedes volar... El principio y el final, es decir la vida y la muerte, son invenciones de la mente...¡cómo sufre cuando se va tu hijo porque te acostumbraste a pensar que eras solo padre! Deja lo pasado de lado y sentirás toda la vida... Sólo las moléculas se disuelven, la conciencia no muere con la materia. La luz de la Consciencia seguirá iluminando los infinitos caminos de la vida.


No somos tan malos como creemos. Por eso la paz es posible y la paz es el punto más alto que podemos alcanzar. Parece que Dios nos ama más que nosotros mismos, porque sigue dándonos oportunidades todos los días. Francisco tenía razón: el sol y la luna son hermanos, los animales y las plantas son nuestros hermanos porque todos somos criaturas del Señor. Entonces nuestras obras son nuestras hermanas y hermanas del sol, la luna, los animales y las plantas... y si digo nuestras obras digo la pintura, la música, la literatura, los automóviles, los aviones, los teléfonos, las computadoras...


No busques afuera lo que no tienes adentro. No puedes pedir Amor si no lo diste. No puedes pedir justicia si no fuiste justo. No puedes buscar paz afuera si no la tienes dentro. Pero no hay apuro, tienes a la eternidad delante. Además, el trayecto suele ser más emocionante que la llegada si es que se puede llegar a alguna parte. Entonces lo sensato es recomenzar a cada instante, y sin impaciencia desaparecerá la violencia. La vida le gana a la muerte; por eso nace más gente de la que muere, y nacen más en los países pobres que en los países ricos, ocupados en fabricar armas para matar a la mayor cantidad de gente posible, tarea grosera e inútil porque la vida vence a la muerte, que al fin y al cabo es una manera de recrear... Por eso el arte, que es una fiesta, sigue inventándole fábulas a la vida; para llenar de Esperanza a la gente y esto, en un lenguaje que nos llega a todos: la belleza. La paz hace nacer pueblos y enriquece a todos. Pueblos que se comunican entre sí gracias al arte que no tiene fronteras. Pueblos que no dejan de elevarse como Manhattan, un desaforado Mondrian de acero... pueblos que flotan graciosamente como Ámsterdam... pueblos de rincones luminosos como Paris, al que Cortazar pudo ver desde Buenos Aires y Henry Miller desde New York... pueblos como Sevilla apoyados en el canto... pueblos como Copenhague, de plazas congeladas para que vuelvas a los hogares donde los leños ardiendo son la mejor compañía de Ravel... pueblos como Zurich de cajas fuertes rodeadas por lagos y cisnes... fue una tragedia para Salvador Dalí la muerte del suyo...


En la paz todo es creación; es un vivir en arte. La paz me sonríe, me envuelve con su aire fresco. La paz me hace gozar como nadie al sol de todos. Por la Paz, mi canto se eleva muy alto y adorna los rincones mas bajos. La paz es el poema que mejor me modela. En la paz mis hermanos trabajan la tierra y mis hermanas tienen hijos. En la paz se siente cómoda la libertad y es fácil la Justicia. La paz es una flor donde están todas las primaveras. En la paz nos miramos a los ojos y compartimos todos nuestros sueños, por audaces que sean. En la paz uno es uno mismo sin esfuerzo... En la paz todo me da derecho a sentirme Hijo de Dios.


No seas desagradecido. Piensa en cuántas cosas tuvieron que conectarse desde lo más recóndito del Universo, para que fueras éste que eres... Para que pudieras ser la ciudad donde vives... Piensa cuántos millones de años tuvieron que pasar para que tuviéramos conciencia de la maravillosa inmensidad que nos rodea, de la que somos parte. Yo soy nosotros, dice Marcos Constance, que tiene una visión transpersonal, es decir, que ya está en la nueva era. Abre los ojos de tu corazón y lo veras... ¡a Dios! Es lo que nos avista cuando estamos conscientes; entonces sentirás que el Espíritu se requirió hasta llegar al hombre y llega a tener conciencia de Dios... el hombre en que se repite toda la evolución. Somos el final de una cadena extraordinaria que tiene quince mil millones de años. Tal vez seamos el objetivo de la creación, entonces nuestra religión es Universal (...)


La vida es cambio permanente, por eso siempre te da revancha. Recuerda que el que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada. Ahora que estás solo y tranquilo, ahora que estás contigo mismo, único ser del que eres responsable, te diré: deja que la curiosidad te lleve a donde sucede la vida, no seas espectador de la televisión sino protagonista de la Tierra, recuerda que a los que se animaron les debemos todo. Píntate un sí en la frente antes de salir a la calle para que se te acerquen los que quieren vivir sin preocuparte por el tiempo, porque en una eternidad se recomienza a cada instante. Y no pierdas energía cuidándote porque la vida es bello peligro. Si mi madre se hubiera cuidado de mi padre yo no estaría aquí. Si nos juntamos somos ricos, tú tienes lo que yo no tengo y viceversa... y, ¿qué sucedería si nos juntamos todos desde el cada uno que hay en cada cual? La vida nos propone tantas cosas permanentemente que hay que hacer más esfuerzo para seguir siendo pobre y desdichado que rico y feliz. No olvides que eres un aristócrata, un príncipe, porque eres hijo del Rey del Universo; sólo tienes que darte cuenta. Recuerda que Jesús decía que al pan lo trae la verdad, y a todo lo que necesitas. Entonces no hay límites. Tú decides adónde quieres llegar, y esto, con la alegría que abre todas las puertas porque para Dios siempre somos niños. Entonces la vida es un juego maravilloso, un juego que incluye al Todo y a todos. Estás hecho a semejanza de Dios, entonces puedes recrear todo. Cuando dices "no puedo", estás diciendo "no quiero". Ya hay demasiados mártires, necesitamos héroes. Levántate y anda, yo te acompaño, como te acompañarán todos los que se animan a vivir mejor; los que terminan favoreciendo a toda la humanidad, que es la grandiosa empresa a la que pertenecemos todos.

Camina tranquilo, que no te confundan los noticieros... el bien es mayoría... que no te distraigan de tu tarea que es alcanzar la plenitud. Nada como vivir en uno mismo; sólo así puedes sentirte en casa en cualquier parte; entonces nada es lejos ni ajeno. Si cada uno fuera cada cual, la sociedad sería una orquesta enriquecida por todos los sonidos, por todas las voces... Una grandiosa armonía de individuos, la sinfonía donde todos aportan su voz, una partitura escrita para cada uno de los instrumentos, es decir una partitura respetada por todos... Pero esa orquesta que deberíamos ser está fragmentada, porque todos estamos contra todos, y esto nos ha agotado y desesperanzado. Por eso perdimos la imaginación que podría darnos alguna idea de convivencia. Pero el miedo, que es ignorancia, nos separa más y más y este divorcio nos enferma y empobrece a todos porque la humanidad es un repertorio riquísimo, tan brillante como interminable, y todos tenemos que ver, porque todos venimos de un primer hombre, de una primera mujer. Entonces hay negros y chinos en mí. Soy tan bueno como Jesús y tan peligroso como Hitler. Soy tan musulmán como ateo. Muero con el que muere y nazco con el que nace. Todos somos fecundados y auxiliados por todos, pero desestimamos a todos porque nos desestimamos en lugar de enriquecernos con el otro. Le escapamos. Nos combatimos en lugar de asociarnos, y matar al otro es suicida porque es una continuación nuestra.

El odio, que es miedo, nos ha traído a esta desesperanza donde se ahoga la imaginación y sin imaginación perdemos la bendita semejanza, es decir, dejamos de ser creadores. La tarea es armonizar esta gigantesca variedad que es la humanidad, porque esto enriquecería a todos... Hasta dejamos de decir cosas bellas a las mujeres porque ahora puede ser considerado acoso sexual. Pronto tendremos que salir a la calle con un abogado... parecería que vivir es una secuencia de pleitos...

La tarea es comprender que la vida son subidas y bajadas, constante movimiento; es decir, cambios. Entonces tenemos que sacar de nuestro lenguaje la palabra decadencia, que es una etapa más... nada es para siempre. Por eso debemos estar atentos, listos para el cambio, preparados para toda circunstancia, porque la vida es como es, no como debería ser. Todo nos fue dado, por lo tanto nada nos pertenece. Sólo nos queda gozar lo creado y cuidarlo para el que vendrá, que es una continuación nuestra como nosotros somos continuadores de nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestros bisabuelos y así hasta Adán... el rojo Adán como le gustaba decir a Borges que cometió el peor de los pecados: no fue feliz... Por eso se sentía perseguido por la sombra de haber sido un desdichado.

El primer dato de sabiduría es saber quién es el que sabe. El segundo, estar en lo amado que nos hace más brillantes porque estamos más atentos; por eso rendimos más. El Amor nos adorna de tal manera que por eso enamoramos a todos. Está permitido que te caigas pero no que te quedes en el suelo. En este momento, la sociedad está detenida por una congestión del transito que ya es desmesurado porque las ciudades son desmesuradas, o tal vez, dejamos de pensar para cambiar todas las ideas y comenzar de nuevo... Ya no habrá grandes mitos qué seguir, ideologías. Ahora deberemos comunicarnos de hombre a hombre porque esta es la era del individuo; por eso la Internet. Entonces aumentará la calidad, desaparecerá lo macro para que señoree lo micro; esto quiere decir que de aquí a más no habrá televisor, política o familia que pueda apagar ese fuego sagrado que es el alma, donde vive para siempre la inteligencia alimentada por el Universo desde hace tantos siglos. Los que preguntan avanzan; los que no preguntan se quedan, es decir, mueren, porque la vida es movimiento. Todo se recrea a cada instante. Por eso hay que estar atento. Por una mujer te pierdes al resto; por una casa te pierdes el mundo... es decir, por una esquina te pierdes mares y ríos... es decir, delfines, ballenas, salmones, tiburones... Por una familia, una ideología y una religión, te pierdes arquitectos, egiptólogos, poetas, filósofos, chamanes, antropólogos, profetas, miles de maneras de ver al Espíritu y las estrellas, orquídeas de Colombia, Bacón, Giacometti, Nietzche, el Golfo de Ahkaba, Alejandría, Tokio, la Grecia de Homero que tanto amó Loret Darret, Guanajuato donde me enamore de Catherine Valebka aunque no tuve oportunidad de decírselo, Chichicatenansco donde con una danza ordenaron a mi esqueleto, París donde Rilke veía despertar a la belleza cada mañana al lado de Rodín, el Trastevere romano donde Fellini dibujaba sus personajes, donde el Moisés de Michelangelo está harto de los turistas que lo asfixian en San Pietro in Vincoli, donde apenas caben Londres, Berlín, Bruselas, Praga donde los escritores románticos tenían una idea tan alta de la felicidad que nunca la alcanzaban... por eso se sentían desdichados... tristeza que los excitaba, dolor que gozaban como los cantaores flamencos y los cantores de tango; Madrid, donde Lupe siempre está al borde del pensamiento pero nunca cae; Miami que es el puente que comunica a los latinos con los sajones; el desierto de Sonora donde conocí a Eric Fromm que decía que Suzuki era un budista Zen porque lo había experimentado y esa autenticidad lo hacía difícil de leer porque el Zen no da respuestas racionalmente satisfactorias, pero sí los libros de los intelectuales occidentales que lo explican más fácilmente, aunque no lo hayan experimentado.

No idolatres a nada ni a nadie porque tener una idolatría es perder la independencia y esto es conflicto, enfermedad segura, como fácil se pierde lo que se ganó sin esfuerzo, como sigue siendo pobre el que no goza lo que le sobra. El gran paso es ir de la egolatría que te compromete y te esclaviza, a tantas cosas internas, a la libertad interior. Entonces se alcanza la paz y la paz te hace vivir todo con plenitud, es decir, enriquece. Los últimos salvadores son dudosos pero no afectan la enseñanza de Buda ni enferman a la Biblia. La enseñanza de Buda no está delimitada por el que no cree en la trasmigración, ni muere la Biblia porque se enfrente al saber más realista de la historia de la Tierra y de la evolución del hombre... ¡Cómo es inocente pensar en una sociedad sin delincuentes pero cualquiera puede ser mejor si se lo propone! No le bastan las buenas intenciones al Universo que no es como nos gustaría que fuera. La verdadera fe comienza trabajando en uno mismo para creer en uno mismo y cuando uno está bien plantado en uno mismo, se anima a ver todo. Entonces conocemos a la realidad y de ahí a más, podemos comprenderla. Entonces nos salvamos de las decepciones. Sabemos que detrás de una máscara siempre hay otra como también vemos la pureza de la desnudez, las libertades del jazz y los rictus de las dictaduras. Aceptar la realidad es salvarse de los engaños; entonces, la verdad nos hace vivir plenamente. No te engañes... entonces nadie te engañará. Sé firme como Buda, como Jesús, como Spinozza, como Einstein, como Ford... firme pero abierto al mundo; atento a las propuestas de la vida. Predica las virtudes pero no calles las verdades. Nunca te arrepentirás de haberte animado y nunca te perdonarás no haberlo hecho; además, no tienes nada que perder, porque ni una sola de tus orejas es obra tuya. Y no te preocupes por el futuro porque al final de tu vida no te espera la cima de la montaña sino la paz del valle. A nadie tienes que rendir cuentas si no haces mal a nadie, como a nadie tienes que explicar nada; por eso no debes agotarte en las vanas tareas de querer convencer y gustar. Lo importante es que estés convencido y te guste lo que haces; y si tienes un gran sueño debes estar dispuesto a un gran esfuerzo para concretarlo, porque solo lo grande alcanza lo grande. Si estudias superficialmente, aprenderás superficialmente; si vives por la mitad, solo conocerás la mitad de la vida; si tienes la cabeza dividida, verás al mundo dividido; si trabajas por obligación, serás un desocupado, un desdichado mas; si tienes miedo no conocerás al Amor que es valentía.

No estás deprimido, estás distraído del presente donde sucede la vida: por ejemplo, los amaneceres y los ocasos, las gaviotas, los cóndores, las águilas, las palomas y las golondrinas, las montañas, los valles, los ríos, los mares, el deporte, el arte, la agricultura, la arquitectura, las selvas, los guacamayos, los monos, los tigres, los leones, los cocodrilos, los elefantes, los arroyos, los seres humanos de todos los colores...

el ilusorio tiempo que te empuja y la eternidad que te permite cambiar de rumbo y recomenzar a cada instante. No estás deprimido, estas distraído de las maravillas que suceden alrededor tuyo: desde nacimientos a cosechas, desde revoluciones a conciertos, desde campeonatos de fútbol hasta viajes interplanetarios... No estas deprimido por algo que pasó, sino distraído del Todo que es ahora mismo.

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